Vamos a conocer estas diferencias.
¿A que se denomina grieta?: es una abertura profunda, con un ancho superior a 2 mm. No es superficial y en ocasiones puede llegar a afectar hasta la misma estructura del edificio. Las grietas atraviesan todas las capas del muro o pavimento o sea afecta a todo el espesor del material debilitándolo . Pueden llegar a ser peligrosas de producirse en muros portantes.
¿A que llamamos fisura?: son aberturas pequeñas y superficiales de ancho menor a 2mm . No suponen un riesgo para la estructura del edificio ya que se producen sobre los elementos mampuestos o enlucidos..
Cuales son sus causas
Las fisuras pueden tener diferentes orígenes, algo habitual puede ser el mismo deterioro que provocan los agentes atmosféricos con el transcurrir del tiempo, como por ejemplo las variaciones de la humedad y/o temperatura en un ambiente.
Pero también pueden aparecer fisuras en construcciones nuevas. debido a situaciones de secado , preparaciones para pintura defectuosas, vibraciones, humedad, etc.
Las causas de las grietas en cambio se deben a deformaciones previas del elemento constructivo que agota su módulo de elasticidad, produciéndose así la rotura.
Las principales causas son las siguientes:
- asentamientos diferenciales en el terreno,
- efecto de cargas no calculadas en el proyecto
- efectos del agua y/o temperatura que afecten elementos estructurales
- deficiente armadura de sostén y consecuente movimiento de estos elementos.
El deterioro debido a condiciones climatológicas o fenómenos atmosféricos complejos como huracanes, tifones, terremotos, inundaciones, etc. es un tema aparte que generalmente se contempla en el inicio del proyecto en los casos de ubicaciones geográficas tendientes a la aparición de estos fenómenos .
En cambio los daños por erosión, humedad, impacto y desgastes que se producen a lo largo del tiempo sobre elementos estructurales son de una categoría inevitable, pero, un buen proyecto puede alargar en muchos años la buena salud de una edificación en relación a un proyecto pobre y una ejecución descuidada.
Los desplazamientos o fracturas derivadas por sobrecargas. Las deficiencias estructurales provocadas por malos cálculos de carga. La utilización de materiales inadecuados, y/o de baja calidad son errores del proyecto y de la ejecución que podrían evitarse pero en la mayoría de los casos estas y otras fallas se perciben demasiado tarde. La urgencia por el cumplimiento de plazos y necesidades de presupuestos bajos genera en definitiva mayores problemas que soluciones.
Pero volviendo al tema de las grietas según la causa que las provoque podemos clasificar las en:
- Contracciones y dilataciones
- Cargas horizontales
- Cargas verticales
- Asientos diferenciales
Contracciones y dilataciones: son las producidas por los cambios de temperatura y humedad que reducen o aumentan el volumen de los muros.
La contracción de un muro provoca roturas en el mismo, que al contraerse genera esfuerzos de tracción en sentido horizontal. Éstos esfuerzos se generan también en sentido vertical, pero el propio peso del muro suele compensarlos.
La dilatación de un muro: suele provocar roturas en otros muros unidos a éste en ángulo por ejemplo en esquinas de fachada. Estas grietas suelen ser más anchas en la parte superior del muro. Generalmente estas grietas aparecen en contacto con otros elementos constructivos que impiden los movimientos del muro, como pilares o vigas.
Cargas horizontales: se producen cuando las cargas son mayores de lo que el muro puede resistir (a causa errores de dimensionado, de ejecución, o de la aparición de cargas no previstas). Según el tipo de la carga, se producirán unas grietas u otras:
- Cargas perpendiculares al muro:
- En el caso de cargas puntuales (normalmente en las esquinas, por efecto de otro muro, de un forjado o una viga), suelen aparecer grietas paralelas inclinadas, a causa del arqueamiento del muro y de los esfuerzos que aparecen en su cara traccionada.
- En el caso de cargas continuas, pueden aparecer dos tipos de grieta: grietas lineales (horizontales o verticales) por el esfuerzo cortante que se produce en el propio paño o grietas horizontales a media altura debido al arqueamiento-giro del muro, cuando éste cuenta con un espesor considerable.
- Cargas coincidentes con el plano del muro:
- En el caso de cargas puntuales, se generan grietas horizontales cercanas a la carga, como consecuencia del esfuerzo cortante por la reacción de la parte inferior del muro.
- En el caso de cargas continuas, pueden aparecer de dos tipos. Por un lado, series de pequeñas grietas horizontales debido al “desgarro” de la misma al comprimirse horizontalmente. Por otro lado, pueden aparecer grietas verticales en la zona central del paño, donde éste está menos estabilizado, al producirse tracciones en su cara convexa.
Cargas verticales: se producen cuando las cargas verticales son mayores de lo que el muro puede resistir (a causa errores de dimensionado, de ejecución, o de la aparición de cargas no previstas).
- En el caso de cargas puntuales, aparecerán grietas cortas verticales. El esfuerzo vertical provocará una compresión de la masa del muro en sentido vertical y esto, a su vez, creará tracciones horizontales que producen el “desgarro” de la pared. Estas grietas aparecen inmediatamente debajo de las cargas verticales.
- En el caso de cargas continuas se pueden producir dos tipos de grieta.
- Si el muro es muy esbelto (por ejemplo, tabiques o fachadas no portantes), éste tenderá a torcerse, y las grietas aparecerán de forma horizontal a media altura, donde la deformación es mayor.
- En cambio, si el muro tiene mucho espesor (como en el caso de los muros de carga), antes de torcerse aparecerán de nuevo grietas verticales, a causa de las tracciones horizontales que ocasiona la deformación por compresión del muro.
Asientos diferenciales: se producen cuando el soporte bajo el muro se deforma de forma diferencial. Puede ser el terreno, una viga, un forjado o la combinación de varios elementos.
Existen muchos tipos de terreno problemáticos, como los rellenos artificiales o las arcillas expansivas . El hecho de construir sobre estos terrenos sin tener en cuenta sus propiedades ni prever sus posibles movimientos bajo carga puede ser una causa indirecta del origen de las grietas e incluso del colapso de un edificio o parte de él.
Por otro lado, el dimensionado insuficiente de la cimentación provocará de la misma forma asientos del edificio, ya que el terreno no podrá soportar las cargas transmitidas por éste y se comprimirá, hundiéndose de forma desigual.
Según cómo sea el asiento, se producirán grietas de una forma u otra.
En el caso de asientos puntuales, aparecerán grietas verticales al crearse esfuerzos de tracción en el muro, que tenderá a abrirse donde la carga es mayor (es decir, en el punto más cercano al asiento). Si el asiento se produce en un punto intermedio del muro, estas grietas aparecerán desde abajo. En cambio, si el asiento se produce en un lateral, estas grietas aparecerán desde arriba. Es posible que vayan acompañadas también de grietas inclinadas paralelas, que indican roturas de menor entidad a causa de la reacción hacia arriba de la parte de muro no afectada.
En el caso de asientos continuos, aparecerán grietas continuas con tendencia horizontal y/o parabólica, separando las partes del muro afectadas de las no afectadas. Si el asiento es central aparecerá el conocido “arco de descarga”, con el cual la parte superior del muro quedará apoyado a modo de arco, en sus extremos. Si el asiento es en un lateral, las grietas tendrán forma semi-parabólica.
Como conclusión: a la hora de analizar una grieta, para identificar sus causas y si esa grieta es o no peligrosa lo más importante es realizar una correcta toma de datos, abriendo el campo de estudio todo lo necesario para abarcar otras posibles grietas o daños. Si es necesario se incluirá el edificio completo, ya que como mencionamos anteriormente, las grietas son únicamente manifestaciones del movimiento de una o varias partes del mismo y, por tanto, pueden aparecer grietas en distintas partes.
Igual de importante que analizar sus causas, lo es medir su movilidad, es decir, estudiar si la grieta está estabilizada (no crece), o si sigue abriéndose con el tiempo, lo cual definirá el grado de peligrosidad de la misma. Ésto nos indicará si el muro o edificio ha encontrado un equilibrio o si seguirá moviéndose, en cuyo caso será necesario eliminar la causa antes de que se produzcan daños mayores.